viernes, 1 de marzo de 2013

Magia.

    Soy una persona que no cree en la magia de los magos, tampoco en la ''magia'' que ocurre cuando a las 3 de la mañana en cualquier discoteca de la zona centro y después de cinco cubatas, un chico mira a una chica, esta le devuelve la mirada y saltan chispas. No, para mi eso no es magia, eso es una simple ilusión, magia a la luz de neón, la cual no tiene ningún futuro después de que la discoteca cierre, la cual es fruto del acohol y las ganas de pasar un buen rato.

    Magia realmente es mirar a esa persona y sentir que el mundo se para, es sentir sus manos en tu piel y que un cosquilleo te recorra de arriba a abajo. Magia es que a pesar de la distancia una pareja siga queriéndose como si nada hubiera cambiado.

    Magia es que una madre adolescente sea capaz de sacar a su hijo adelante y terminar sus estudios. Magia es que esa madre se haya enamorado perdidamente de su hijo desde antes de haberlo visto, tan solo con haberlo sentido en su interior.

    Magia es que a pesar de que me hayan roto el corazón un par de veces, algunas peores que otras, siga creyendo en el amor, en que hay personas buenas que son capaces de amar y ser amadas.

   Magia, aunque pueda sonar a tópico, es el sexo. Pero no el sexo de una noche con un desconocido, sino ese que se practica de verdad, con esa persona con la cual quieres compartir todo tu ser, capa milímetro de tu piel, cada ápice de pasión, cada sonrisa nerviosa y cada mirada de complicidad.

   Magia es ver un amanecer en la playa, que aunque te estés muriendo de frío si estás con la persona adecuada se te olvidará.

   Magia es que aunque pasen mil años más, tu abuelo siga mirando a tu abuela de esa manera. Esa manera que hace que te den ganas de enamorarte y de encontrar un amor como el suyo.

   Magia es que el día de tu cumpleaños tu hermana pequeña te despierte muy temprano porque quiere darte su regalo, que ella personalmente ha hecho.

   Magia es ver la ilusión de la navidad en los ojos de un niño. Ver el amor incondicional que cualquier padre siente por su hija.

   Magia es que tu mejor amigo te abrace y los problemas desaparezcan. Magia es que en los días de bajona aparezca en tu casa con una peli y chocolates.

   Magia es que tú desde donde estés, estés dedicando unos minutos de tu tiempo a leer lo que piensa una jovencita común.

   Eso es magia, eso y mil cosas más. Cosas reales que sentimos a diario pero a las que no damos importancia, pero que si nos faltaran nada sería lo mismo.

sábado, 12 de enero de 2013

♡.


Necesito hablar contigo. Necesito que me hagas reír. Necesito que me abraces y el resto del mundo desaparezca. Necesito sentirte conmigo. Necesito que me digas que todo irá bien, que estas a mi lado. Necesito que me mires a los ojos haciéndome suspirar. Necesito acariciar tu pelo. Necesito sentir tu olor. Necesito besarte y que me beses. Necesito que me hagas olvidar el pasado y no pensar en el futuro. Necesito tus besos en la frente.  Necesito tu mano con la mía. Necesito apoyar mi cabeza en tu hombro. Necesito hablar contigo horas y horas y no cansarme. Necesito saber lo que sientes cuando tu piel roza la mía. Necesito que me quieras. Necesito que me necesites.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Una forma de vida.


    Para algunos se trata de un pasatiempo, algo con lo que entretenerse. Para otros significa una manera de mantenerse en forma, hacer algo de deporte y de esta manera sociabilizarse y aumentar el numero de amigos. Es sólo un grupo de personas las que somos capaces de ver más allá de un deporte, más allá de las derrotas, las victorias, las lesiones. Capaces de entender que no se trata de un hobby, sino de una forma de vida. Algo que te enseña a vivir, te obliga a ser constante y perseverante, a perder el miedo a fallar y arriesgarte para conseguir lo que realmente quieres, a sacrificar cosas con tal de hacer aquello que te apasiona. Y es que son demasiadas las sensaciones que el voleibol puede provocar, demasiadas lágrimas y sonrisas, demasiados gritos del entrenador cuando la cagas.
    Creo que las personas que lo juegan son especiales, en mi opinión se trata de un deporte muy intenso en el que se pasan muchos momentos malos, momentos que cuando obtienes la victoria vale la pena pasar. Esos nervios que sientes cuando vas a ir al saque, esa rabia cuando te bloquean y esa sensación de ser imparable cuando bloqueas tú. La satisfacción de hacer una buena defensa o un punto de saque. Esa impotencia que se siente al estar en el banquillo y no poder hacer nada para ayudar a tu equipo, excepto animarles. Creerte que estás en la cima por haber hecho un ataque perfecto y que te cojan una defensa. Esa humillación de un balonazo en la cara, o las ganas de decir ‘’aquí estoy yo’’ cuando has fallado y tienes a tu entrenador gritándote como un loco.
    Estas son sólo unos de los pocos sentimientos que este deporte provoca en mi, por no hablar del orgullo que siento al ver a mi hermana tocar el balón después de haberla visto pasar de la época en la que sus rodilleras eran mas grandes que ella misma, al que es su momento de explotar, de tener esa magia que tiene cuando recibe. Verla crecer de tal manera que ha pasado de no llegar a la cinta inferior de la red a ser casi más alta que yo, con cuatro de años diferencia. 
   La palabra voleibol sólo significa deporte para aquellos no saben de que va la cosa, para los que lo sabemos quiere decir sacrificar citas, fiestas, etc.  por ir a entrenar o jugar un partido, aunque este sacrificio desaparezca cuando rozas la pelota. Voleibol significa entrega, pasión, rabia, adrenalina, significa temblar de nervios en un partido importante y aún así dar lo mejor de ti, significa  salvar una bola que todo el mundo creía perdida, aunque tengas que tirarte y limarte, significa tener moratones en las rodillas y los músculos cargados.  Todo esto desaparece cuando solo quedas tú y el balón, cuando llega el momento de hacerlo y  experimentar el placer de colaborar a hacer un buen punto e ir al centro del campo a celebrarlo con tus compañeras. Compañeras locas que con el tiempo pasan de ser simplemente compañeras a ser amigas, en las que puedes confiar aunque en realidad compitáis por tener un puesto titular.
   Quizás no sea el deporte más popular, ni el mejor pagado,  pero para mí es el mejor deporte del mundo, mi hobby, mi pasión, mi manera de desestresarme,  de conocer a buenas personas, mi competición personal y con el resto, una de mis mayores fuentes de sonrisas y una de las pocas maneras de sentirme a gusto conmigo misma y con lo que hago.

martes, 6 de noviembre de 2012

Pequeñas cosas.


   Sé que no soy todo lo que alguien puede querer tener en su vida. Sé que no soy perfecta, y aunque tampoco pretendo serlo, me gustaría de una vez poder ser perfecta para la vida de alguien, me gustaría encajar por primera vez como la última pieza de un puzle, completándolo. Completar y que me completen por fin, y que al mirarle a los ojos sienta que lo que hay entre nosotros es real,  esa sensación de plenitud.
   Aunque paso por una mala época amorosa( mi corazón está hecho añicos), me gustaría que cuando esto acabe y todo mejore, pueda yo estar con alguien con quien el amor sea una realidad, no un pasatiempo, una ilusión. Que mi vida cambiase, me gustaría aprender a no darle todo a la otra persona, a no confiar tanto en las palabras y exigir hechos.
    Pequeñas cosas, tan insignificantes como un ‘’ Buenos días’’ , una canción, un ‘’ te extraño’’, una pulsera… son las que nos ayudan a recordar cada día que no estamos solos, que hay alguien que aunque no esté a nuestro lado físicamente , vela por nosotros. Y ahí está la magia del amor, del querer a alguien de una manera que solo tú y esa persona entendéis. Ahora mismo lo único que me queda es una pulsera que ha ido perdiendo todo su significado, aunque esto haya ocurrido, al verla   me acuerdo de él y de la noche en que me ‘’quitó’’ la gemela a esta. Todo esto no tiene ningún valor ya, al recordar el tiempo que estuvimos juntos lo único que siento es rabia, y lloro. Rabia porque he sido estúpida y al mirarme ahora no puedo hacer otra cosa que preguntarme el por qué. ¿Por qué aún después de una y otra decepción seguía creyendo que era lo mejor que me podía haber pasado? Ahora sé que no, que viendo cuales eran sus valores hacia mí me doy cuenta de que lo mejor para mí hubiera sido no conocerle, o que solo hubiese sido uno más, algo efímero que no hubiera dejado huella en mí.
   Todos cometemos errores y el mío fue creer en él y en que era verdadero, pero las cosas que no nos matan nos hacen aprender la lección y ser más fuertes. Y si de una vez no la aprendemos, nuestro querido amigo el destino se encargará de hacernos una segunda prueba.
   Sinceramente intento aprender a la primera, pero hay veces que necesito una segunda o tercera lección, suficiente para clarificar lo que quiero y está claro que no te quiero en mi vida. Y si como persona debo aprender que las segundar oportunidades rara vez existen, para hacerme valer no debo dárselas a cualquiera.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Cositas de mi tintero.



 A esos amigos que ya no están,  gracias por ayudarme a darme cuenta de quiénes realmente estaba ahí por mí y no por cualquier otra circunstancia. Por enseñarme a diferencia entre amigo y conocido, entre amistad y cualquier otra cosa. Prefiero pasar las horas sola en cualquier playa a estar rodeada de gente y seguir sintiéndome sola.
  A esos amores que acabaron, gracias por esos momentos tan bonitos y por esos malos momentos que tanto me enseñaron también. Por cada instante de felicidad, cada sonrisa, cada caricia. Gracias por esas pequeñas y grandes cosas que en poca o gran medida me hicieron madurar.
  A ese corazón que pude haber roto, siento lo que pude hacerte pasar. Siento no haber sabido valorarte, o no haber sabido llevar bien las circunstancias o mis propios pensamientos. Siento el daño que causé y espero que los momentos en los que todo iba bien hayan servido de algo. Espero que el mal trago te haya servido, al igual que me ha servido a mí, para aprender y madurar aunque no lo merecieras.
  A ese que rompió mi corazón, las cosas se superan y al final sólo nos quedarán nuestros recuerdos, por eso prefiero recordar los buenos momentos que pasamos juntos y utilizar los malo para aprender y una vez aprendida la lección desechar los malos pensamientos, porque de nada vale guardarte rencor. Probablemente te hayas arrepentido cuando viste que pude rehacer mi vida sin ti, que se me ha dado muy bien fingir que nada me importaba ya aunque por dentro estuviera hecha pisco. Al fin y al cabo si me pongo en tu lugar no puedo entenderte pero cada uno toma sus propias decisiones y no quieras volver atrás.
  A ese amigo que está ahí, un millón de gracias por apoyarme aunque sea desde la distancia cuidando de mí, y que cuando notas un mínimo de tristeza en mi mirada haces que brote en mi rostro una sonrisa, haces que la alegría vuelva a existir en mi vida y sólo con mirarme eres capaz de ver que dentro de mí se esta librando una batalla entre la razón y mi corazón. Y estás ahí, siempre, aunque no puedas hacer nada para cambiar mi estado de ánimo te quedas conmigo y aunque sea en silencio, sigues ahí. Lejos, cerca, de día, de noche, estés ocupado o no, haga frío o calor, sé que puedo contar contigo que si te llamo vendrás, y por supuesto puedes contar conmigo para lo que sea, cuando y donde sea.
  Gracias a todas las personas que han pasado por mi vida, para bien o para mal habéis me habéis aportado cosas, sensaciones, madurez, mil cosas que sola no podría haber aprendido. Espero haber aportado, aunque sean cosas insignificantes, algo a vuestras vidas. Quizás un poco de sentimiento, alegría, una sonrisa, aunque sea un corto instante de felicidad. 

Una reflexión más.


   Cuando quieres a alguien eres capaz de perdonar casi cualquier cosa, quizás algún día pueda perdonarte, quizás ya lo he hecho o quizás nunca lo haré. Creo que te di todo lo que pude, todo  lo que tenía, y aún así fue poco para ti. Pero se acabó, no voy a aguantar tus vacilones nunca más, ni cuando vuelvas arrepentido por lo que has hecho. Ahora me toca a mí hacer mi vida, sin ti. Ya está, tu decidiste irte de mi vida y así lo tendrás, pero recuerda que una vez  te hayas ido ya no estará mas tu lugar.
  Soy fuerte y sé que toda la rabia que sentí la puedo utilizar para olvidarme de ti, quizás con el tiempo podamos volver a hablar y puede que hasta lleguemos a ser amigos, pero solo eso. A mis 17 años solo he tenido una relación a parte de la que tuve contigo, no sé como esperabas que fuera una experta en esto de el amor y ni siquiera te molestaste en enseñarme algo de lo que tanto presumías de saber. No te olvides nunca de que nadie hará todo lo que yo por ti, para tragarme mi gran orgullo tantas veces solo por querer estar contigo, y no lo digo por echarme flores, pero hay que estar muy loca para darte todo a cambio de unas migajas de tu atención.  Está muy claro que de errores se aprende y contigo aprendí que nunca debes confiar en alguien que habla mucho y demuestra poco, alguien que un día es blanco y al otro negro,  y mucho menos el alguien que no está dispuesto a hacer lo más mínimo para que sientas que sigue ahí, a tu lado.
  Escuchar canciones lentas como de costumbre se me hace tan difícil… que casualidad que todas me recuerden a ti. Pero no importa, porque como yo misma dije, las cosas se superan y se recuerdan sin que duelan. No vamos a ser amigos, tampoco enemigos, simplemente seremos dos extraños con unos cuantos recuerdos en común.  Con el paso del tiempo y el conocer otras personas te olvidaré, tranquilo no tardaré mucho ya que prefiero tener en mi cabeza cosas que realmente vale la pena tener.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Miedos de un 9 de Octubre.

  Quizás mi mayor miedo es quererle y que no me corresponda, que de repente un día desaparezca sin razón, otra vez. Y es que con él nunca se sabe, su manía de no mostrar sus sentimientos me impide saber más allá de lo que él afirma, cuáles son sus intenciones, lo que quiere, lo que no....
   Si ya mi naturaleza es ser insegura, esta situación me lleva al límite, puede que sea culpa mía por pensar demasiado, pero esto es consecuencia de mi inseguridad y esa tonta manía de querer tenerlo todo bajo control, a veces no me doy cuenta de que hay cosas que no se pueden controlar, como el amor. Que llega a tu vida y la pone patas arriba, que te atonta de una manera descomunal. Sinceramente, nunca pensé que me ocurriría nada igual, ni siquiera parecido, no digo que esté enamorada de él, pero puedo jurar que cada día que pasa aumenta su importancia en mi vida, hasta el punto de pensar que le quiero. Y el hecho de que él sea tan ''cerrado'' hace que mi inseguridad me lleve a pensar que lo nuestro sea para él un pasatiempo.
    Aunque cuando le pregunto me lo niega rotundamente mirándome a los ojos y haciendo así que todos los pensamientos negativos se disipen y den paso nuevamente a mi mundo de color rosa, de pensar en él cada momento y en lo que me hace sentir con sólo una mirada, una caricia. Una caricia con la que hace que todo mi cuerpo se estremezca, que me recorra una sensación de plenitud, de sentirme como en casa, a gusto.  Espero que él se sienta la mitad de bien que yo cuando le toco, cuando acaricio su pelo, su cuello.
   De entre todas las relaciones que he tenido, aunque no hayan sido muchas, esta es la más real, ya no sólo por lo que siento ahora mismo, sino porque hemos sido capaces de superar las diferencias que nos separaban y el problema que nos mantuvo distanciados durante dos semanas. Dos semanas en las que me sentí como si no valiese nada, como si todo lo que le ofrecía, para él no fuese mas que palabrerío. Y cuando ya empezaba a asumirlo y a aprender a vivir sin él, apareció de nuevo para disculparse y llevar lo que considerábamos un intento a un hecho. Volvió para dar sentido a mi vida otra vez, para hacer que pensase en el veinticinco horas al día, ocho días a la semana.

                                                                                        9-Octubre-2012